¡La colaboración, es el mejor negocio!

Con el último dato de desempleo en Colombia, publicado por el Dane, se pudo evidenciar que para el mes de junio se perdieron más 4,2 millones de puestos de trabajo, aumentando la tasa de desocupación en 10,4 puntos porcentuales, respecto al mismo mes del año pasado, alcanzando una tasa de desempleo del 19, 8%. Esta cifra disminuyó 1,6% frente al mes pasado, lo cual, aunque es positivo porque muestra una reactivación paulatina, no deja de ser preocupante la gran cantidad de personas que siguen perdiendo su empleo debido a la crisis de salud y económica generada por el Covid 19.

 

Este panorama exige que todos los actores del sistema económico colombiano implementen acciones para contribuir positivamente con la recuperación económica. No se puede esperar que con solo las acciones y políticas públicas nacionales, departamentales y municipales salgamos de una crisis de gran magnitud como la que estamos afrontando.

 

Una herramienta que ha demostrado dar excelentes resultados son los modelos de negocio colaborativos, apalancándose en plataformas digitales.

 

Para darnos cuenta de esto, por fortuna no tenemos que ir muy lejos. Tenemos varios casos “made in Colombia” dignos de analizar; uno de ellos es Rappi.

 

En estos cuatro meses de confinamiento hemos visto como se han acelerado la implementación de los modelos de negocio colaborativos, apalancándose en la plataforma de Rappi y en todas las experiencias y activos que han desarrollado como equipo; ayudando a los empresarios y empresas a implementar acciones que le permitan mantener operando el negocio en momentos donde la economía se apagó por completo y permitiéndole a personas, con condiciones precarias, obtener un ingreso para mantenerse a ellos y a sus familias.

 

Este caso que he tratado de sintetizar me llena de orgullo y nos permite darnos cuenta de que los colombianos somos personas innovadoras, trabajadoras y echadas para delante.

 

Sin embargo, como persona y empresario optimista, considero que podemos lograr mucho más como sociedad y como sector empresarial si trabajamos más en equipo, articulándose efectivamente el sector privado, el sector público (no solo como diseñador de políticas públicas, sino asumiendo un rol activo en el ecosistema), los gremios, la academia y la sociedad.

 

Hay muchos casos de éxito que podemos analizar para entender como se puede hacer realidad esta maravillosa sinergia, sin embargo, escogí un caso extraordinario que quisiera que se implementara en Colombia; este caso es el de los pueblos Taobao, que arrancó la implementación en China, bajo el liderazgo de Jack Ma, en el año 2008 como una de las estrategias para combatir la dura competencia de Ebay.

 

Todo comenzó cuando Sun Han, un nativo de 30 años de Dongfeng, una pequeña aldea agrícola ubicada en la provincia rural de Hunan en China, tomó la decisión de dejar su trabajo y convertirse en empresario. Para lograrlo se armó de todas sus ganas, una computadora, acceso a internet y con 2.000 Yuan en su bolsillo, inició vendiendo máquinas de afeitar y encendedores, y al año siguiente, luego de una visita que hizo a una tienda de Ikea en Shanghai, decidió lanzar su propia tienda de muebles en la plataforma Taobao (Alibaba).

 

Enterados los vecinos del pueblo de éxito del negocio de Sun, empezaron a emular y rápidamente establecieron sus propias tiendas en línea, logrando una apertura por día. Antes de finalizar el año 2009, Dongfeng fue nombrada la primera aldea Taobao en China, ya que logró contar con más del 10% de los hogares rurales dedicados al comercio electrónico y transacciones colectivas anuales de al menos 10 millores en la plataforma de Alibaba.

 

A finales de 2015, el número de aldeas Taobao identificadas en China creció un 268% interanual a 780, en comparación con 212 a finales de 2014 y 20 a finales de 2013. Esas 780 aldeas, donde había son más de 200,000 tiendas activas en línea, abarcan 17 provincias y municipios[1].

 

Los impactos económicos y sociales generados por la implementación de estrategias colaborativas son muy altos. Estos buenos resultados, los cuales coontribuyeron con el mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de comunidades rurales, no hubieran sido posible sino se hubiera logrado una muy buena articulación entre las entidades del gobieno (nacional y local), el sector privado, la academia y la sociedad.

 

No tengo duda que en Colombia podemos implementar con éxito estrategias colaborativas que potencien el desarrollo de pueblos, comunidades y ciudades, contribuyendo con el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes, incrementando la productividad en la economía, dinamizando y fortalecendo la actividad económica de nuestra amada Colombia.

 

Hoy, es el mejor momento para iniciar estos planes ambiciosos, apalancándose de una de las herramientas que más han dado resultados en los últimos años: la economía colaborativa, basadas en plataformas digitales.

 

 

Manuel Alejandro Pérez Badel.

[1] Datos tomados del curso Entrepreneurship in Emerging Economies. Harvard Business School.

 

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